Sin lugar a dudas, los depósitos tienen una función vital en sectores como la industria o la alimentación, por poner algunos ejemplos. Así, son indispensables para el almacenaje o traspaso de la materia prima, independientemente de si es en estado sólido, líquido o gaseoso. Para profundizar en este tema, hoy os queremos hablar sobre los diferentes tipos de acero inoxidable, según sus usos.
¿Y por qué de acero inoxidable? Si bien es cierto que antiguamente se utilizaban depósitos fabricados con otro tipo de materiales, hoy en día el acero inoxidable es el mejor para este tipo de elementos.
Las razones, como hemos podido ver en artículos como éste, hacen que sea el material perfecto para la fabricación de depósitos, gracias no solo a la resistencia a la corrosión, sino también a su elevada resistencia y durabilidad o al carácter aséptico que le confiere.
En Metalistería V3 fabricamos todo tipo de elementos industriales. Por supuesto, también fabricamos depósitos de acero inoxidable, en diferentes formatos, con o sin plano. Nos adaptamos a lo que necesites. ¡Puedes ver nuestros trabajos aquí!
Ahora, vamos a ver los principales usos que se le dan a los depósitos de acero inoxidable y cuáles son sus características.
Los silos son probablemente los depósitos más conocidos. En parte, se debe a sus grandes dimensiones. Los silos son utilizados para el almacenaje de grandes cantidades de sólidos a granel, especialmente útiles en la industria agrícola, ligado históricamente a alimentos como el maíz. Los silos también se caracterizan por los sistemas de extracción de la materia prima, diseñados para evitar el colapso a la hora de realizar dicha extracción.
Cuando se habla de almacenaje de líquidos, los depósitos de acero inoxidable son especialmente útiles. Pueden ser de diferentes tamaños, tanto de grandes dimensiones, como de dimensiones más reducidas. El objetivo de estos depósitos suele ser el de almacenar productos antes de trasladarlo o simplemente para depositar producto terminado antes de su envasado.
Tanto en el mundo del vino, la cerveza y otras bebidas espirituosas, el uso de depósitos de acero inoxidable ha sido toda una revolución, de cara a asegurar siempre la mejor calidad del producto. Este tipo de depósitos llevan incorporados sistemas de control de temperatura, presión y oxígeno para que la fermentación sea un éxito.
Se tratan de depósitos especialmente diseñados para la industria farmacéutica. ¿Y qué le diferencian con respecto a otros tipos de depósitos? Pues bien, en este sector los productos se suelen tratar a temperaturas muy elevadas, por lo que el depósito lleva consigo elementos para la elevación de la temperatura, como serpentines que trasladan gas a la temperatura deseada. Esto hace que la instalación en del depósito sea más compleja, por su conexión con tuberías y válvulas.
Este tipo de depósitos se utilizan generalmente en la industria química o farmacéutica, siendo el lugar en el que se produce una reacción química. Para que la reacción se produzca en las condiciones idóneas, la mezcla se tiene que mover de manera uniforme y controlar la presión, temperatura y composición del producto situado en el interior. Por ello, estos depósitos tienen implementados diferentes sistemas de control de temperatura, presión y seguridad.
En sectores como la alimentación, es de vital importancia mantener el producto interior a temperatura adecuada. Para este sector, donde se incluyen bebidas alcohólicas que se deben conservar a una determinada temperatura, además de otros productos como la leche. Estos depósitos tienen incorporados sistemas de refrigeración para controla la temperatura perfecta de conservación de producto.
Como puedes ver, existen numerosos tipos de depósitos, ideados para diferentes procesos, todos ellos diseñados para mejorar la producción.