Muchas veces, os hemos hablado sobre las virtudes del acero inoxidable. No es de extrañar que sea el material más utilizado en edificios de grandes construcciones o en el sector industrial, pero también en muchos elementos de viviendas.
Ya os hemos indicado, en otras ocasiones, que el acero inoxidable es muy resistente a diferentes condiciones y qué es fácil de limpiar, ¡pero esto no significa que no necesite de un mantenimiento adecuado!
A pesar de sus características inherentes, es mejor ser consciente de su limpieza, puesto que, si se deja de lado, luego puede ser mucho más engorroso. Igual que es muy sencillo de limpiar, el acero inoxidable también es muy fácil de manchar.
Precisamente, en este post os vamos a hablar sobre cómo limpiar y cuidar el acero inoxidable, presente en materiales como fregaderos, grifos o mamparas de ducha.
¡Por cierto!, aquí puedes ver todas las características y propiedades del acero inoxidable y que le hacen ser un material tan popular.
En nuestro hogar, el acero inoxidable está presente en muchos elementos de nuestra cocina. Además del fregadero y el grifo, algunos electrodomésticos también están realizados con este tipo de material, por no hablar de los tiradores y diferentes utensilios.
De la misma manera, el uso del acero inoxidable también es habitual en el baño, ya sea en las mamparas de ducha, en los tiradores de los cajones y grifos del lavabo o bidé.
Ahora, os vamos a dar una serie de consejos para limpiar el acero inoxidable. Por ejemplo, en grandes superficies como electrodomésticos y fregaderos, si simplemente hay marcas, con pasar una bayeta húmeda o estropajo con jabón de lavavajillas sería más que suficiente.
Recuerda que, a la hora de usar el estropajo, es mejor hacerlo por el lado suave y así evitar rayar la superficie. Este mismo consejo os lo damos para ollas y sartenes. En este sentido, es conveniente que dejéis el utensilio a remojo con agua caliente y jabón, 20 minutos antes de limpiarlo.
¿Y qué hacer con las manchas de cal? Una de las manchas más características de los elementos del acero inoxidable es la cal (sobre todo en zonas donde el agua es dura), la cual puede también impedir el buen funcionamiento de nuestro mobiliario. En estos casos, hay que utilizar limpiadores específicos o bien vinagre con agua diluida.
Una de las claves para la limpieza del acero inoxidable consiste en la frecuencia de limpieza. Así, una limpieza diaria de los elementos de uso diario, como fregadero y otros utensilios de cocina. Así, las manchas no se quedarán por más tiempo y luego requerirás de menos tiempo para dejarlos completamente limpio.
Esto es imprescindible no solo para acumulación de polvo y suciedad, si no para evitar que se acumule la grasa, evitando así que luego tengas que hacer una limpieza en profundidad y con otros productos de limpieza, como los antigrasas. Además, y si no se siguen estos consejos, uno de los problemas que podrían surgir es la aparición de humedades que hagan aumentar la velocidad de corrosión del acero inoxidable.
De la misma manera, es recomendable hacer una limpieza semanal de aquellos elementos que no usamos a diario, pero que obviamente también se acaban manchando, como son los tiradores.
Tal y como hemos comentado, si se usa estropajo, es debe de ser para limpiar con parte suave -la azul- para evitar rayar el acero inoxidable. Asimismo, no es aconsejable utilizar la lejía, ni otros productos de limpieza que tengan cloro, ya que son abrasivos.
Si sigues todos estos consejos, conseguirás que el acero inoxidable luzca limpio, ¡pero no solo eso! También conseguirás que dure por mucho más tiempo.