Características, Propiedades y Composición del Acero Inoxidable

El acero inoxidable es uno de los materiales más utilizados en la construcción, ya no solo para grandes espacios o para la industria, lejos de los que se pueda esperar, también se ha ido incorporando poco a poco a nuestros hogares, algo que no es de extrañar.

Ejemplos de sus usos puedes encontrarlos a patadas. El acero inoxidable puede ser un material perfecto que sirva para un gran edificio moderno, así como para elementos industriales como los depósitos o la calderería, así como para el mobiliario de puertas o escaleras, por poner varios ejemplos.

La composición química le proporciona unas características y propiedades al acero inoxidable difíciles de igualar. Todo ello, gracias a la incorporación del cromo al acero, el cual le confiere su alta resistencia a la corrosión, por lo que es más conocido, ¡pero eso lo vamos a ver ahora!

Composición del Acero Inoxidable

Como bien sabéis, la mayoría de los metales se pueden oxidar, con el paso del tiempo. Lo podrás comprobar con las monedas de cobre, las cuales pasan a adquirir un color verde, si las dejamos mucho tiempo al aire libre. O también con la plata, la cual se puede poner negra.

El Cromo, componente clave del acero inoxidable

¿Esto a qué se debe? Pues bien, el oxígeno contenido en el aire o en el agua, llega a reaccionar con el metal, llegando a enmohecerlo. Esta capa que dibuja es el óxido ferroso.

Por eso, el hecho de que un metal pueda estar al aire libre o con el agua y no se vea alterado es clave para muchos recursos, tanto en elementos fundamentales de la construcción, como en elementos de pequeñas dimensiones y de gran utilidad.

Efectivamente, ésa es la clave del éxito del acero inoxidable y todo se debe a que hay un componente clave que ejerce de protector del metal.

Hablamos del cromo, el cual actúa con el oxígeno para dar forma a una fina película de óxido de cromo, gracias a la cual el oxígeno no llega, en ningún momento, al metal. La capa que dibuja, por cierto, se denomina capa pasiva.

La composición de cada acero inoxidable vendrá determinada, en concreto, por la cantidad de cromo que la componga. Tiene que ser, como mínimo, de un 10,5%. Además del cromo, del cual hemos hablado previamente, la aleación del acero inoxidable contiene, en su mayor parte, hierro.

Otro de los componentes que se suelen encontrar en este tipo de aleaciones es el níquel, como sucede en el acero inoxidable austenítico, y un mínimo contenido típico de carbono. Por cierto, en este artículo puedes saber más sobre los tipos y la clasificación del acero inoxidable.

Características y propiedades del acero inoxidable

Aquí, os señalamos cuáles son las principales características del acero inoxidable y que le hacen ser un material tan útil. Sus propiedades químicas le proporcionan una serie de características únicas.

Resistencia a la corrosión

Ya sabéis cuál es la característica más conocida del acero inoxidable: la resistencia a la corrosión. Gracias a ello, se consigue que el metal, al entrar en contacto con el ambiente, no se corroa, mediante esta capa de óxido de cromo. De la misma manera, el acero inoxidable tiene una alta capacidad de regeneración, incluso cuando se ha realizado una fractura en el material. Esto es fundamental para diferentes materiales que se encuentran en el exterior, como por ejemplo las vallas de acero.

Resistencia a las temperaturas extremas

Otra de las características que fomentan el uso del acero inoxidable es su capacidad para resistir temperaturas extremas, ya sean altas como bajas, conservando sus propiedades sin alterarse lo más mínimo. La resistencia a estas temperaturas es muy interesante para el caso de las cocinas industriales, donde los fogones elevan considerablemente la temperatura y puede dañar muchos tipos de materiales, ¡pero no el acero inoxidable!

Alta durabilidad y elasticidad

Otra de las virtudes del acero inoxidable reside en sus propiedades mecánicas y que le hacen un material excelente en la construcción. Entre ellos, destaca la alta durabilidad que presentan, junto a su dureza, elasticidad y ductilidad. Precisamente, estas propiedades mecánicas tan buenas hacen que sea un material muy demandado no solo en el sector industrial, sino en el doméstico.

Tenacidad

Una de las propiedades del acero inoxidable es que, aunque no sea una superficie muy gruesa, puede presentar una elevada resistencia a los golpes. Esto se debe a que absorbe una gran cantidad de la energía, antes de que llegue a fracturarse.

Material estético

Otra de las características que tiene el acero inoxidable es que se puede fabricar en diferentes acabados, todos ellos con una cuidada estética. Puedes conseguir que este tipo de acero esté acabado en mate, brillo o grabado, mismamente, por lo que da mucho juego en las construcciones de edificios, pero también en la decoración de interiores. Con ello, contiene una gran versatilidad de estilos, ideal para el interior y exterior de edificios modernos, así como en la rehabilitación de edificios más antiguos.

Higiene del Material y Fácil Limpieza

Una de las claves del uso del acero inoxidable es su baja rugosidad. Así, la composición de este material ejerce de barrera, evitando que bacterias o la suciedad se adhiera a la superficie, o lo que es peor, que penetre en el material. Así, las propiedades del acero inoxidable hacen que sea muy fácil de limpiar. Con un poco de agua y jabón, es suficiente para que la superficie quede impoluta, sin desgastarse a través de cada limpieza. Se trata de una valiosa razón de que se pueda mantener, en perfectas condiciones, ¡y con el mínimo esfuerzo! Esto puede resultar muy interesante, como ya vimos hace unas semanas, para que se utilice este material en la decoración de cocinas domésticas.

Reciclable

Lo mejor que tiene el acero inoxidable, teniendo en cuenta el problema medioambiental existente, es que es 100% reciclable. Al no alterarse lo más mínimo, ni liberar compuestos, se aprovecha todo el material para su posterior reciclado y fabricación de una nueva pieza de acero inoxidable.

Como puedes ver, el acero inoxidable cuenta con unas características y propiedades que le hacen ser un material único para todo tipo de construcciones o elementos de decoración de interiores. Su resistencia y durabilidad, acompañado de la facilidad para ser moldeado, permiten que nos sirva para prácticamente todo. En definitiva, ¡un material increíble!